martes, 13 de junio de 2017

Ese día tan deseado

He aquí yo, nuevamente contándoles sobre un suceso personal, ¡Y qué suceso! Siempre supe que alguna vez llegaría este día, lo imaginé en mi mente innumerable cantidad de veces, de todas las formas y maneras posibles, pero creo que nunca de la manera en que se terminó dando. Aquí va la historia:

Hace un par de sábados atrás fui a un boliche* a festejar el cumple de un amigo (pongamosle Diego). Había que ir temprano ya que primero se cenaba y luego se corrían las mesas y se convertía en un lugar bailable. La noche transcurrió con normalidad, después de cenar comenzamos a tomar alcohol, y a tomar alcohol y a seguir tomando alcohol. Cerca de las 4 am otro amigo (pongamosle Joaquín) me manda un Whatsapp avisando que estaba entrando al boliche y que lo esperara en la puerta porque había ido solo. 
Y acá hacemos un paréntesis. Yo siempre supe que Joaquín sería mi primer amigo al cual le contaría sobre mi orientación sexual, pero antes quería decírselo a mi hermana. Seguimos con la historia.
Comenzamos a dar vueltas por el lugar mientras seguíamos tomando alcohol. En ese momento yo ya estaba muy borracho. Joaquín me pide que lo acompañe al patio para fumar un cigarrillo. Salimos afuera y en ese momento aparecen dos chicos que nos piden fuego y se prenden un faso*. Nos ofrecen y los dos aceptamos (A veces cuando salgo de noche me gusta fumar marihuana). La cosa es que después de haber fumado mi estado ya era indescriptible (las personas que alguna vez se emborracharon y al mismo tiempo fumaron lo entenderán mejor, je). Y fue ahí el momento en que mi mente hizo un click. Me di cuenta que por primera vez en mi vida podía contarle a alguien que era gay. Muchas veces quise hacerlo, pero realmente no podía, y al darme cuenta que en ese instante podía hacerlo quise aprovechar el momento, porque sabía que tal vez iba a pasar mucho tiempo hasta que se vuelva a repetir. Le dije a mi amigo que nos alejemos un poquito de la gente porque quería decirle algo. Le hice jurar que no se lo diría a nadie y me dio su palabra. Y así como si nada le dije "soy gay", pareció hasta como si hubiese sido fácil, yo no estaba ni nervioso. Me preguntó si le estaba haciendo una joda y cuando le dije que no, entendió rápidamente que era verdad. Su primera reacción fue retarme por no haberlo dicho antes, je. Luego me dijo que podía confiar en el, que para el no cambiaba en nada nuestra relación. Contesté algunas otras preguntas, como si siempre había sido así o si me había dado cuenta ahora, y otros detalles menores.

Y así transcurrió la noche hasta el final. A la salida el se fue con su novia y yo me fui a esperar que otro amigo llegara al auto para irme a mi casa. Y en ese momento, absolutamente de la nada, comencé a llorar. Fue tal vez el llanto más espontáneo de mi vida y el más desconsolado también. Lloré, lloré y lloré, tal vez por mas de 10 minutos. Lo mas loco es que si hoy me preguntan la razón de ese llanto no lo podría responder. No era de alegría, pero mucho menos de tristeza. Yo creo que fue algo relacionado con alivio, el hecho de por fin poder contar el mayor secreto de mi vida, ese que mantuve oculta durante mas de 15 años.

En los días posteriores no tuve esa sensación de haberme sacado una gran mochila de encima, que muchos sienten luego de salir del clóset. Y al principio me sentía mal por ello, pensaba "tanto tiempo para contarlo y ahora no siento que me saqué ese gran peso". Pero después me di cuenta que eso probablemente se debía a que yo dimensionaba demasiado ese aspecto de mi vida y en realidad era simplemente un detalle, una característica mas de mi mismo, como cualquier otra. Y eso sin dudas era muy bueno.

En fin, esa es mi historia. Actualmente me siento muy bien, feliz de haberlo contado, que la otra persona lo haya tomado de manera excelente y de poder tener charlas sobre el tema con esa persona. Hoy, por fin, puedo hacer honor al nombre del blog. Hoy por fin pude salir del clóset.

Buenas noches.


*Boliche: lugar bailable para ir de noche.
*Faso: cigarrillo de marihuana.