domingo, 20 de noviembre de 2016

Como salir del clóset

¿Que bueno sería no? Abrir el navegador, entrar a Google, escribir "Como salir del clóset" y que aparezcan los pasos a seguir, como si fuera una receta de cocina o las instrucciones para arreglar una impresora. Cuantas tardes de pensar y pensar como decirlo nos ahorraríamos muchos, cuantos dolores de cabeza evitaríamos y cuantas noches de llanto no hubiesen existido. Pero lamentablemente no es así, el miedo a salir del clóset no se soluciona leyendo un párrafo de un libro, si no que es algo mucho mas grande, relativo y que difiere dependiendo la situación de cada persona. Y aunque exista esta diversidad, la razón de fondo sí es la misma en todos los casos: el AMOR. Llamémoslo cariño si quieren para no ser tan cursi. Es ese miedo a perder el cariño de nuestra familia el que nos impide abrir nuestro corazón, o tal vez no de nuestra familia, pero si de un amigo o hasta de un simple conocido. Y este temor logra hechos muy extraños, y aquí voy a hablar de algo estrictamente personal, aunque creo que tal vez le suceda a varios. Soy de las personas que le dan muy poca importancia a lo que piensen/digan los demás, y menos si son agravios y mucho menos aun si vienen de personas que tienen fama de dedicarse a criticar a los demás sin siquiera conocerlos. Pero increíblemente tengo miedo de que pensarían y dirían hasta ese tipo de personas cuando se enterasen de mi orientación sexual. Ni hablar de mi familia y amigos. De ahí deriva la razón principal por la cual todavía sigo fingiendo un aspecto de mi vida que no me llena a pleno. De ahí también mi admiración hacia los que ya viven una vida homosexual en publico, sin miedos, sin tapujos, sin mirar de reojo por si viene alguien...

Soy fanático de fantasear todas las situaciones de mi vida, de imaginar como serían, de pensar muchas alternativas. Juro que muchas veces armé en mi cabeza la historia de mi mismo saliendo del clóset, en tiempos, lugares y situaciones diferentes, pero esos pensamientos tenían el mismo desenlace: nunca llevarlos a la práctica, por el complejo motivo del que vengo hablando hace unos renglones. Nunca me sentí con la suficiente seguridad como para llevarlo a cabo. Dicen que sólo hay que contarlo cuando se está 100% seguro de hacerlo. Ahora yo pregunto ¿Es posible estar totalmente seguro de hacer algo que queramos o no va a cambiar rotundamente tu vida? ¿Llega un momento de la vida en que no tenes ninguna duda sobre abrirte al mundo? Yo sinceramente creo que no. 

En fin, prometo que si todavía estamos acá cuando junte el coraje y la valentía de hacer realidad uno de estos pensamientos, contaré mi experiencia, seguramente con la alegría de ya ser un hombre libre. 


Buenas noches.




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